El gusto dulce de amor
todavía ronda en mi mente.
Un bocado suculento, de buen sabor,
un hallazgo que atesoro dulcemente.
Un fruto mojado y delicioso
llena mi boca de la alegría
con un jugo delicioso
que mis labios siempre beberían.
Un caramelo de néctar como la miel
su jugo exquisito que parece leche
que se desborda por mi piel
y mi cuerpo todo estremece.
Se respira el aroma del placer,
del sudor, del deseo dominante.
Dos personas que una noche
con un beso se volvieron amantes.