viernes, 18 de junio de 2010

Regálame una noche apasionada


Quiero probar ansiosa la ebria miel de tus dulces labios.
Pecar de amor contigo.
Dios sabrá cual será mi castigo, por amarte como solo yo te amo.
Envuélveme en tus besos, peligrosos abismos de misterio, que como olas inquietas me arrastran hacia ti.
Hazme caer en tus brazos, excitantes trampas permitidas.
Detenme, no me dejes ir aunque yo te lo pidiera, hazme de tu amor, la más dichosa prisionera.
He derribado el muro que me impedía amarte como debiera.
Ahora soy toda tuya, mi cuerpo es todo tuyo, mi alma es toda tuya.
Estoy a la disposición de todas tus fantasías.
Has conmigo lo que quieras.
Desnudos nuestros cuerpos se entregarán al deseo, y en un beso profundo explotará toda la pasión contenida.
En un momento de respiro, delirantes mis labios gritaran que te aman, pero nadie oirá mi voz, el mundo estará dormido, ajeno a lo que sucede.
Solo existiremos tú y yo, solos en este mundo.
Presos voluntarios en el éxtasis de la noche.
No tengas miedo de amarme, todo esta permitido en este juego peligroso, en este juego prohibido.
Amémonos amor, amémonos sin miedos, disfrutemos de este paraíso pasajero.
Aunque luego de esta gloria… Dios furioso nos expulse y nos condene al destierro.