viernes, 1 de junio de 2012

Fantasía o Realidad?


Era su primer encuentro, sucedió en un hotel de Caracas. Quedaron en encontrarse en un café cercano y allí está ella sentada esperando. Cuando llega, él busca Rosario y ella se entrega a su abrazo de bienvenida (él no tiene nombre, o mejor dicho, puede ser cualquier nombre). Ella ha luchado contra esta pasión durante largo tiempo, pero su cuerpo es traidor y se estremece en forma inmediata cada vez que la  toca. No se atreven a decir mucho. Llegan a la habitación que le han asignado, la 1303. Ha pasado mucho  tiempo desde que se desean. Se abrazan, se besan, es la primera vez. En su excitación, las pantis son arrancadas y vuelan hasta el piso. Cuando coloca él su mano sobre su monte, de su garganta sale un gemido reprimido. Finalmente, después de tanto tiempo, él está aquí para satisfacer su deseo. Su excitación es tan intensa sólo pasando los dedos contra su clítoris ella llega al orgasmo. Después se calma su respiración,  se inclina hacia abajo y mordisquea la oreja diciéndole: cuántas veces he deseado tu cuerpo. Él pasa la mano por el cuello, agarra el pezón izquierdo entre los dedos, apretando hasta que se pone duro. Al oírla gemir, él levanta su cabeza contra su pecho y comienza a morderlo. Ros apretó su cuerpo arqueado, que se mueve hacia él saboreando la sensación de su boca contra la suya. Ella grita, cuando sus colmillos perforan su pezón. Orgasmos recorren su cuerpo de pies a cabeza, dejándola temblando de placer. Antes de que pueda comprender lo que ha sucedido, él la penetra con su palpitante erección. Está tan duro y listo que empieza a golpear en ella. Con cada golpe ella le ordena que le dé más duro. Sus piernas se envuelven alrededor de él abrazándolo. Arquea la espalda, ella toma todo lo que está dando, y lo desafía para más. Él agarra el pelo en la mano tirando de su cuello hacia atrás en un ángulo agudo. Ros rastrilla las uñas por su espalda se mantiene apretada sobre sus muslos, empujándolo hacia adentro. La carne cumple con la carne, como dos se hacen uno. Se dan vuelta hasta que ella se sienta encima de él. Clavando los talones en la cama ella comienza a montar. Ubicado sobre él se siente en control. Ella se inclina y se frota contra él mientras se balancea hacia atrás y hacia adelante. El deseo, el calor empieza a subir en ella y pronto se entregará toda para él. Él le da vuelta y poniéndola en cuatro patas la penetra por detrás. Su ritmo se incrementa hasta que está  tan húmeda que la verga se le empapa en sus fluidos. Dando un fuerte gemido que él saca su polla y eyacula todo su trasero. De nuevo acostados, uno al lado del otro en la cama, se restablece la respiración, y los suspiros de satisfacción llenan la recámara. Ros cerró los ojos por un momento, al levantarse para limpiar los líquidos que aún corrían por sus piernas se dio cuenta que estaba sola, no había nadie en la recámara. Ahora lo entiende todo a la perfección…