Cae la noche y ansiosos nuestros cuerpos sienten
la urgencia del deseo y la pasión que desborda los sentidos,
huimos a nuestro rincón secreto, donde solos,
sumergidos en la penumbra sucumbiremos ante el goce.
la urgencia del deseo y la pasión que desborda los sentidos,
huimos a nuestro rincón secreto, donde solos,
sumergidos en la penumbra sucumbiremos ante el goce.
Desnúdame, ardo en llamaradas que sólo tú extingues,
apaga con tu pasión el fuego de mi cuerpo que cruje en tus manos,
báñame en ti, hazme temblar de placer, que no quede llama viva,
sólo calma mi sed de ti, arrópame con tu fuerza y hazme volar,
que no exista ni tiempo ni distancia que pueda romper
la magia de este encuentro
apaga con tu pasión el fuego de mi cuerpo que cruje en tus manos,
báñame en ti, hazme temblar de placer, que no quede llama viva,
sólo calma mi sed de ti, arrópame con tu fuerza y hazme volar,
que no exista ni tiempo ni distancia que pueda romper
la magia de este encuentro
Hoy soy tu prisionera, sin látigos, sin cadenas,
sumisa ante ti me entrego, rendida sólo a la espera,
de saciarme con tu cuerpo de estremecerme en el lecho,
de calmar mi sed de amor.
sumisa ante ti me entrego, rendida sólo a la espera,
de saciarme con tu cuerpo de estremecerme en el lecho,
de calmar mi sed de amor.
Soy toda tuya, completa hasta que amanezca
después reuniré las fuerzas para dejarte otra vez,
y regresar, de nuevo hacia la rutina, esa que día tras día,
hace que al llegar la noche sueñe que vuelo hasta ti.
después reuniré las fuerzas para dejarte otra vez,
y regresar, de nuevo hacia la rutina, esa que día tras día,
hace que al llegar la noche sueñe que vuelo hasta ti.
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